Hemos llegado a la conclusión de que el trabajo híbrido es una excelente solución a largo plazo que debe implantarse después de la pandemia. La razón principal es que el coronavirus y todo lo que ha venido con él nos ha demostrado que se puede trabajar desde casa sin problemas, pues eso ayuda a la conciliación laboral y personal, permite evitar atascos y otros beneficios que los horarios laborales fijos no permitían siquiera concebir.
Por otro lado, el teletrabajo completo es algo que muchas empresas no están dispuestas a aceptar, alegando que las sinergias son fundamentales en el trabajo. Parece que cada vez más voces están alzándose a favor del modelo híbrido, que permite por un lado aliviar lo que para muchos son las absurdas políticas de ‘calentar la silla’, pero por otro mantiene a los individuos conectados con la empresa. Dice Gleb Tsipursky en ‘Psychology Today‘: “Las organizaciones deberán cambiar su cultura corporativa si desean sobrevivir y prosperar en el mundo de la colaboración virtual después de la pandemia”.
En muchas empresas, el clima ‘híbrido’ se está manteniendo, con una minoría del personal completamente remoto. Esa combinación de ambos trabajos es lo que, como decíamos al principio, muchos quieren, pero el psicólogo advierte que para adaptarse a este futuro que nos espera, los líderes necesitan comparar y adaptar las mejores prácticas. La cultura corporativa que surgió durante la pandemia fue fundamental, pero no suficiente, refiriéndonos con ello al pegamento social y emocional que une a los empleados y los motiva, protegiéndolos contra el agotamiento.
Las organizaciones deberán cambiar su cultura corporativa si desean sobrevivir y prosperar en el mundo de la colaboración virtual después de la pandemia
Solo unas pocas empresas adoptaron con éxito un enfoque estratégico para revisar la cultura de su empresa en pos de adaptar las necesidades del trabajo remoto, que llegó de un día para otro con la pandemia. Lo que explica el psicólogo es que los seres humanos, al ser criaturas sociales, nos conectamos con los demás y pertenecemos a una comunidad. El trabajo desde casa nos aleja en gran parte de esa capacidad para conectarnos de manera efectiva, lo que nos lleva irremediablemente a sufrir agotamiento (sucedió bastante durante las fases más fuertes de la pandemia), y muchas personas sintieron cierta desconexión.
¿Cómo conseguir, entonces, esta ‘reincorporación cultural’ para adaptarse a la organización?
Algunas empresas, por ejemplo, utilizan unas preguntas y respuestas tipo que ayudan a conocer mejor cómo se encuentran anímicamente. “¿Cómo te va en general?” “¿Qué desafíos tienes y cómo te va en el trabajo?”, “¿qué cosas interesantes han pasado en tu vida recientemente fuera del trabajo?”, lo cual puede ayudar a conectarse de alguna manera a aquellos que teletrabajan por el momento de manera total y no parcial.
Las investigaciones muestran que tomar descansos físicos y mentales reduce el agotamiento, aumenta la productividad y minimiza los errores
Es fundamental también encontrar un equilibrio en el trabajo: las investigaciones muestran que tomar descansos físicos y mentales reduce el agotamiento, aumenta la productividad y minimiza los errores. Además, deben tomar al menos un descanso de 10 minutos cada hora mientras trabajan de forma remota. Para contrarrestar los efectos nocivos de estar sentado durante mucho tiempo, al menos la mitad de estos descansos deben incluir actividad física, como estirarse o caminar.
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